La realidad llega como un latigazo en la espalda de un desnudo. Es pinchar con alfileres mi burbuja de esperanza. Mi playa caribeña con sonidos de aves pasó a ser un tsunami con miles de heridos y solo un muerto. Yo. Pensé que no necesitaba bendiciones porque creí que siempre tenía suerte. Pensé que podía callar a “El grito” y hacer sonreír a “La Monalisa”. Pero no era así. No soy nadie. No soy nada. Déjenme en silencio. Déjenme en soledad. Que ahora es mi única compañía. Mi fiel compañía que siempre está aún no cuando no hay nadie. Aun cuando todos se fueron ella está. La única a la cual tampoco dejaré, pues creo que estamos destinadas a estar por siempre juntas. Hasta que la muerte nos separe.
viernes, 27 de abril de 2012
Momento depresivo ugh
La realidad llega como un latigazo en la espalda de un desnudo. Es pinchar con alfileres mi burbuja de esperanza. Mi playa caribeña con sonidos de aves pasó a ser un tsunami con miles de heridos y solo un muerto. Yo. Pensé que no necesitaba bendiciones porque creí que siempre tenía suerte. Pensé que podía callar a “El grito” y hacer sonreír a “La Monalisa”. Pero no era así. No soy nadie. No soy nada. Déjenme en silencio. Déjenme en soledad. Que ahora es mi única compañía. Mi fiel compañía que siempre está aún no cuando no hay nadie. Aun cuando todos se fueron ella está. La única a la cual tampoco dejaré, pues creo que estamos destinadas a estar por siempre juntas. Hasta que la muerte nos separe.
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