miércoles, 2 de febrero de 2011

Días nublados en mí

 Los recuerdo como si fueran ayer. Esos días de soledad, maldita soledad. El deseo de encerrarme en el cuarto a llorar. Llorar como si hubiera perdido a mi madre, llorar maldiciendo a Dios, por mi vida, por haber nacido, por la suerte. Las ganas de suicidarme, buscar cosas para ahorcarme, pastillas para intoxicarme, cuchillos para clavármelos en el corazón y morir de una vez. Porque  ya no quería esta vida. Quería morirme… no, quería no haber nacido, quería que mi madre me hubiese abortado, pensaba que el dolor de ser succionada por un tubo era NADA comparado con el dolor que sentía en ese momento. No tener fuerzas ni de mirarte en un espejo, entrar a la computadora, de comer. Cuando sientes en una lágrima pesa más que tu cuerpo y te tira al piso, te hace preguntar ¿¡POR QUE!? POR QUE ME PASA ESTO A MI, POR QUE ME QUIERO MORIR, PORQUE NACI, POR QUE NADIE PUEDE SABER LO QUE SIENTO REALMENTE. Y quieres gritarle al mundo que lo amaste más que a tu propia vida más que a Dios más que a tu familia. Querer matar al mundo entero menos a él para quedar solos y poder obligarlo a que te amé como tú a él. Querer decirle en su cara POR QUÉ ME FALLASTE SI PUSE TODA MI CONFIANZA EN TI. ¡POR QUÉ LO HICISTE! Por qué por qué y que en cada palabra se te vaya apagando la voz por ese nudo en la garganta que no te deja ni respirar. Para mí eso fue el amor más fuerte que jamás había sentido en mí. La mayor necesidad, más que el agua… sus besos eran agua. Más que el alimento… sus caricias eran mi alimento…
Algunos me dijeron que era obsesión lo que sentía. No me importo, solo YO LO SENTIA, nadie sabía que estaba pasando dentro de mí, NADIE TENIA DERECHO A OPINAR QUE COSA OCURRIA, QUE COSA ME BENEFICIARIA, no quería que nadie me ayudase. Solo lo quería a él. Sus consejos de superación me llegaban a trasero putamadre, lo quería a él. El planeta entero no me importaba. La crisis mundial, el calentamiento global, la pobreza me valía MADRE. Solo quería que regresara solo quería que todo fuera como antes, solo así mi planeta iba a volver a girar. Luego me di cuenta que esas personas solo querían ayudarme, seguro me vieron mal, pero nadie jamás me vio en ese estado de agonía, era así mejor solo así se callarían los consejos y recomendaciones. Para todos estaba en proceso de superación y mejoraba pero en realidad me quede en un estado vegetal. Donde no avanzaba ni retrocedía. Poco a poco lo fui olvidando, fui alimentándome y bebiendo de otras fuentes. Jamás ningún agua tan rica como el pero por lo menos me hacía vivir. Ya a casi medio año aun siento la cicatriz de mi pecho sanando. Es un corte tan grande que va desde mi cuello hasta mi estómago. Las marcas de la herida casi están imperceptibles, pues cualquiera que me ve no se da cuenta del daño en mi cuerpo. Solo son visibles si me llegas a conocer bien y te brinde la suficiente confianza como para mostrarte la horrible marca y poder relatarte un poco de esa historia, que ya la recuerdo como una de las peores cosas, pero ahora sí sin lagrimear.

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